martes, 28 de octubre de 2014

Desarmando la casa de mis abuelos

Entrar a la casa de mis abuelos, fue entrar a mi infancia: las vacaciones en Pinamar, las meriendas con sandwiches de tomate y orégano, mi abuela tomándome las medidas para coserme un vestido nuevo, mi abuelo intentando dormir la siesta mientras le saltábamos en la cama.
Los objetos que atesoramos, hablan de nosotros. Son nuestras huellas. Lo que queda. Armarios, cajones...alacenas... cajas repletas de recuerdos: cartas, fotos, libros. Los secretos que acumulamos durante todas nuestras vidas. Los documentos, las cuentas, las agendas, las cartas, los problemas, las tarjetas de créditos, los momentos felices, las tristezas, los nacimientos, los cumpleaños, las enfermedades, los viajes, los divorcios, los casamientos, las vacaciones. Todos los recuerdos. Todo parece estar escrito en cada objeto que usamos, todo parece estar conservado allí, detenido en el tiempo...
Cuántas cosas acumulamos los seres humanos?




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